El proceso de termosellado es uno de los más utilizado para el almacenaje de todo tipo de productos. Desde la industria alimentaria con el sellado de envases para alimentos, pasando por campos como la cosmética o la electrónica, hasta sectores como el farmacéutico o el químico.

Para realizar el termosellado, un proceso que consiste en sellar un envase o bolsa mediante la aplicación de calor, se utilizan unas máquinas específicas conocidas como termoselladoras o selladoras de bolsas.

Las termoselladoras han evolucionado mucho en los últimos años, ofreciendo nuevas funcionalidades y automatismos, pero en esencia su funcionamiento sigue siendo el mismo. Descubramos cómo funciona una termoselladora.

Funcionamiento de una termoselladora

Como comentábamos antes, una termoselladora o selladora de bolsas es una máquina empleada para sellar envases termoplásticos mediante el uso del calor y la presión.

El material del envase o bolsa a sellar variará en función de criterios variados (tipo de alimento, necesidades de almacenaje y transporte, etc.), pero deberá permitir la realización del termosellado. En ocasiones, se emplea un adhesivo o material de soporte específico para el sellado.

Dependiendo del proceso utilizado para el termosellado, existen varios tipos de máquinas, siendo las más comunes:

• Termoselladora por barra caliente. La máquina utiliza una pieza caliente, mantenida a una temperatura constante, que se aplica sobre la zona de sellado.
• Sellado continuo. Estas termoselladoras primero aplican presión sobre la zona de sellado. Después, se calienta la zona durante un tiempo determinado para producir el sellado.

Existen también máquinas termoselladoras que permiten el envasado de productos con variaciones como el vacío o la atmosfera modificada.

Si necesitáis una termoselladora para vuestro negocio o tenéis cualquier duda sobre su funcionamiento, no dudéis en contactar con nosotros.